¿Es necesario asistir a la Iglesia ?

¿Es necesario asistir

a la Iglesia ?

Seguramente habrás escuchado de alguien diferentes excusas para justificar su inasistencia a las reuniones cristianas como cultos programas espaciales o sencillamente los domingos a la escuela dominical como estas: “Jesús no dejo una iglesia”, “uno puede ser cristiano sin asistir a una iglesia porque Dios esta en todas partes”, “las personas manipulan la biblia y por eso no necesito una organización” 
y muchos otros argumentos que las personas usan constantemente para justificar su conducta. La realidad es que cada uno de nosotros somos ovejas de ese amante y buen pastor que es Jesús, pero esas ovejas tiene necesidades como el cuidado, alimentarlas llevándolas a pastos delicados, llevarlas a aguas de reposo cuidar sus crías y esa tarea se las encargo a unos hombres llamados apóstoles; alguno dirá !cuando fue eso!,  San Juan 21: 15– 17, Jesús le dice a pedro que apacentara mis corderos,  pastoreara mis ovejas y apacentar mis ovejas, El les dio la tarea a sus apóstoles del cuidado de la iglesia ¿de cual?, de la iglesia de Jesucristo, hombres y mujeres nacidos de nuevo con una profunda fe en El, pero que necesitan un cuidado y atención especial para que puedan crecer y ser sanos, este cuidado tiene que ver con la alimentación, que es a través de la enseñanza de la palabra, sanar sus heridas, protegerlas de los peligros, llevarlos a aguas donde puedan saciar la sed, esto es conducirlos a la presencia de Dios.

Los apóstoles delegaron estas funciones a personas idóneas para este trabajo, como los pastores que Jesus mismo constituyo según Efesios 4: 11-12  Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo

Cada uno de estos ministerios establecidos por Jesús mismo, cumplen un propósito bien definido

 y todos en conjunto cumplen la función de perfeccionar a los santos, Hechos 2: 42 perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.

La comunión, el reunirse o congregarse siempre fue parte de la conducta de los primeros Cristiano, No es obligatoria la asistencia de los creyentes a la iglesia, pero alguien que ha conocido realmente a Jesús siente en su corazón un profundo deseo de adorar a Dios, ser instruido en Su Palabra, y tener compañerismo con otros creyentes.  Si tu eres unos de esos Cristianos que cuando de invitan a la iglesia te enojas y pones muchos argumentos no conoces a Dios y no tienes el sentir de un verdadero cristiano, a David cuando lo invitaban al templo el expresaba en el Salmos 122: 1 Yo me alegré con los que me decían: A la casa de Jehová iremos. Vamos a la iglesia a encontrarse con el Señor y a meditar en su palabra. Que ese sea uno de nuestros mayores anhelos y deseos, como lo menciona el Salmo 27:4, "Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo". Para un VERDADERO cristiano el congregarse es una de las experiencias mas gratificantes e importantes de su día a día hace parte de la escencia de ser un cristiano yel ahnelo de su corazon es asistir a la congregación.

Hay costumbres buenas y  hay costumbres malas, hay hábitos que Dios los impulsa y hay hábitos que el diablo los impulsa. y en  este caso lo que Dios enseña es según la carta a los Hebreos 10: 25 No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros, y mucho más al ver que aquel día se acerca, por lo tanto el asistir a la congregación no es opcional, ni tampoco es algo el cual se deba postergar para otra ocasión o darle poca importancia el congregarnos es un mandato de Dios. En realidad este es un pensamiento que el diablo promociona en la mente de muchos cristianos el pensar que no es importante asistira la iglesia, asi que "vamos a la iglesia".

Recomendaciones:

1. Llegue temprano.

2. Busque un lugar cerca al pulpito.

3. Sea muy amable con las visitas.

4. Ore a Dios pidiendo la dirección y bendición, que Dios use a los que van a participar de la dirección del culto y la exposición de la palabra.

5. Sino espera una llamada muy importante silencie o apague el celular.

Y recuerde que le iglesia no es un museo de santos sino un hospital de enfermos.

Presentado por:

 Ervin Fajardo Caballero